El próximo dogma del dragón necesita mantener un enfoque de carácter

El próximo dogma del dragón necesita mantener un enfoque de carácter

Conclusiones clave

  • Los juegos de Dragon’s Dogma presentan opciones importantes al final, lo que permite a los jugadores potencialmente aceptar jugar como un personaje malvado.
  • Ambos juegos tienen finales malvados en los que los jugadores pueden sacrificar a sus seres queridos por el poder, lo que afecta el resultado de cada juego.
  • El próximo juego de Dragon’s Dogma debe mantener el elemento de carácter malvado de la serie y potencialmente agregar más opciones basadas en la historia para una mayor participación del jugador.

Como fan devoto que ha viajado a través de los encantadores reinos de Gransys y Vermund, no puedo evitar sentir un profundo aprecio por la serie Dragon’s Dogma. Los juegos tienen una extraña habilidad para entrelazar los hilos de la narración, la jugabilidad y los juegos de rol de una manera que me deja hechizado.


Como ávido entusiasta de los juegos de rol, siempre me he sentido atraído por el mundo único y poco convencional de Dragon’s Dogma. A diferencia de muchos otros juegos del género, ofrece una nueva visión de la jugabilidad y la narración, lo cual es parte de la razón por la cual el Dragon’s Dogma original no alcanzó un gran atractivo masivo, sino que se convirtió en un preciado clásico de culto. Sin embargo, con el lanzamiento de Dragon’s Dogma 2, las barreras se rompieron, permitiendo que una audiencia más amplia experimentara su juego cautivador y sus historias inmersivas. A pesar de ser claramente diferente de otros juegos de rol, Dragon’s Dogma se mantiene fiel a sus raíces como juego de rol, e incluso incorpora un personaje jugable que te permite sumergirte por completo en el mundo del juego.

En juegos como Dragon’s Dogma, donde el personaje principal permanece en silencio y ofrece opciones limitadas al jugador, la mayor parte del desarrollo del personaje queda en manos del jugador. Curiosamente, si bien no se centra mucho en la agencia del jugador, cada juego presenta una decisión importante al final de su historia, una tradición que el próximo juego de la serie debería continuar para mantener la coherencia.

El dogma del próximo dragón necesita mantener el concepto de jugar como un personaje malvado

La serie Dragon’s Dogma siempre ha permitido a los jugadores jugar como un personaje malvado

A diferencia de muchos juegos de rol contemporáneos, la serie Dragon’s Dogma ha evitado constantemente implementar una moralidad tradicional o un sistema de alineación que permita a los jugadores moldear a sus personajes como buenos o malos en función de las decisiones tomadas a lo largo del juego. En cambio, si bien hay espacio para la autonomía del jugador en términos de jugabilidad y exploración, el alcance para el juego de roles de los personajes es bastante limitado. Los juegos ofrecen solo unas pocas opciones narrativas importantes, como con quién enamorarse, y las decisiones más impactantes generalmente se presentan hacia el final de cada historia. En Dragon’s Dogma, la idea de que los jugadores encarnen a un personaje malvado se expresa de manera más sutil, particularmente en los múltiples finales a los que se puede llegar tomando decisiones cruciales a medida que las historias llegan a su fin.

En ambas versiones de los juegos «Dragon’s Dogma», el dragón final ofrece al protagonista una decisión desafiante: sacrificar a su querido compañero para aumentar su poder. Si el jugador decide hacerlo en el juego original, Grigori mata a su amada, lo salva y le otorga el título de «Senecal», otorgándole autoridad divina para gobernar el mundo. El segundo juego, «Dragon’s Dogma 2», presenta un dilema similar que conduce a un resultado desfavorable si el jugador permite que el dragón le quite la vida a su amada en lugar de la suya propia. En este caso, el jugador es coronado como gobernante de Vermund con el título de «Sovran».

En Dragon’s Dogma 2, el final malo se destaca significativamente en comparación con el del primer juego, ya que la escena final muestra al personaje del jugador atormentado por la culpa y el descontento de su comunidad.

El próximo dogma del dragón necesita continuar este ciclo de aparición potencialmente maligna

Si bien esta elección de ser un personaje malvado en realidad solo afecta el resultado de cada juego, sigue siendo un elemento muy importante que el próximo juego no debería retomar debido a la forma en que la elección influye en la historia de la serie. En el corazón de la narrativa general de Dragon’s Dogma hay un ciclo interminable que involucra al Dragón y al Resucitado, quienes se despiertan regularmente para oponerse entre sí: el Dragón para destruir el mundo y el Resucitado para derrotar al Dragón. En otras palabras, cuando el jugador sacrifica a su amado a cambio de poder, en última instancia es una aceptación de la dinámica de poder del ciclo. En este caso, es el Resucitado ascendiendo a una posición de poder junto al Dragón en lugar de derrotarlo, aunque ese poder termina sintiéndose vacío e insatisfactorio debido a los medios utilizados para obtenerlo.

La importancia de decidir si terminar un juego de Dragon’s Dogma como un personaje malvado para la narrativa más amplia de la serie significa que el próximo juego no debería abandonar este hilo. En cambio, el próximo Dragon’s Dogma podría mejorar su sistema moral al ofrecer múltiples opciones dentro de su historia, lo que conduciría a una variedad de finales y haría que esos resultados fueran más impactantes debido a una mayor interacción entre los jugadores. Como mínimo, la secuela debe garantizar que la opción para que los jugadores se transformen en un Arisen «malvado» permanezca disponible.

2024-11-12 23:53